Estar bien hidratado es fundamental para las funciones fisiológicas más básicas, como la digestión, la salud de los riñones, la eliminación de toxinas, la regulación de la tensión arterial o la temperatura corporal.

La hidratación es un tema en el que nunca se dejará de insistir y, aun así, muchos no cumplimos con los requerimientos mínimos diarios de consumo de líquidos.

Los médicos tratan de ponérnosla fácil, por ejemplo, para los adultos se ha establecido un consumo de 2.5 litros de agua al día para los hombres y de 2 litros para las mujeres, así como de 2.1 litros en niños de 9 a 13 años, y de 1.9 litros en niñas de la misma edad.

Pero como no es igual un adulto que mide 1.50 que uno que mide 2 metros, otros han decidido ser más específicos con una fórmula muy simple:

Esta fórmula nos brinda un promedio un poco más exacto de ingesta de líquidos en la población adulta, aunque también habría que tomar en cuenta la temperatura ambiente, el grado de actividad física, sexo, edad y, en el caso de las mujeres, si están embarazadas o lactando.

En el caso de los niños pequeños el cálculo es un poco más complejo y debe ser supervisado por su pediatra, ya que normalmente, el consumo total de líquidos (en relación al peso corporal) es mucho mayor en ellos que en los adultos.

No sólo de agua se hidrata el hombre

Alrededor del 80% de la hidratación diaria debe provenir de diferentes tipos de bebidas, mientras que el 20% restante se obtiene a través de los alimentos. Sin embargo, no sólo se debe controlar la cantidad de líquido que se toma, sino también la calidad. Una bebida saludable hidrata o aporta nutrimentos al cuerpo sin proporcionar muchas calorías extra a la alimentación cotidiana, por ejemplo, el agua, té, infusiones, caldos, suero oral, etc.

La hidratación en el embarazo y lactancia

Estas son dos etapas en las que hay que vigilar con mucha atención la hidratación, ya que el agua es indispensable para formar el líquido amniótico que rodea al bebé y producir suficiente leche materna de calidad. Esto aunado a que, en las primeras etapas del embarazo, los vómitos pueden provocar pérdida de líquidos. Por ello, se aconseja que se añadan 300 ml a la ingesta diaria en mujeres embarazadas, así como 600-900 ml en la lactancia.

Agua para tus riñones

Al menos 60% del cuerpo humano está compuesto de agua, y los riñones son los que se encargan de procesarla para que puedas sacarle provecho; si no les das agua para trabajar, estos pequeños órganos se enferman.

Si tu orina es concentrada (esta debe ser muy clara), pon mucha atención en cuánta agua tomas. Una buena hidratación puede reducir el riesgo de lesión renal.

Hidratación y ejercicio físico

La actividad física aumenta la temperatura corporal y ocasiona una mayor pérdida de agua a través de la sudoración. Si la deshidratación es continua y significativa hay un mayor riesgo de lesión y, en casos extremos, se puede poner en riesgo la vida.

Por lo tanto, es muy importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio. Toma en cuenta que la pérdida de líquidos por sudoración durante la actividad física intensa incluso puede ser de entre 1 y 2 litros por hora.

La sed y otros síntomas

Mucho tiempo se pensó que si alguien no sentía sed quería decir que estaba bien hidratado, pero ahora sabemos que no siempre es así. Aunque para la mayoría de los individuos sanos, la sed asegura una hidratación adecuada y el sentirse moderadamente sediento es un indicador de que se está levemente deshidratado, existen casos en los que este síntoma no se hace presente de forma tan evidente, por ejemplo, en los adultos mayores, en quienes son muy comunes los problemas de deshidratación porque simplemente no sienten la misma sed de antes.

Hidratación y rendimiento mental

Aunque la relación entre la hidratación y el rendimiento mental no ha sido examinada ampliamente. Hay estudios que concluyen que la deshidratación perjudica el rendimiento mental en áreas como la psicometría, el control motriz, la destreza y la función cognitiva.

Deshidratación y enfermedad

Existe evidencia de que incluso una leve deshidratación crónica puede ocasionar mayores riesgos para la salud, por ejemplo, constipación, hipertensión, derrame cerebral, enfermedad dental, cálculos renales, glaucoma, enfermedades pulmonares e infección de las vías urinarias entre otros.

La sobrehidratación

La insistencia de mantenerse hidratado no quiere decir que hay que beber demasiada agua. Los extremos del metabolismo del agua –la deshidratación severa y la intoxicación por agua– son causas de morbilidad y mortalidad en niños y adultos. Puede ser que durante un día caluroso tomes un poco más agua de lo normal, pero si sientes que últimamente tienes mucha más sed de lo normal, es muy importante acudir al médico para revisar qué está pasando.

Hidratación y vitamina C

Una dieta sana con un consumo adecuado de vitaminas y minerales también es beneficiosa para mantenernos hidratados, sobre todo en temporada de calor; un ejemplo es la vitamina C, que ayuda a que tu piel y tu cuerpo se hidraten de forma más eficiente. Esta vitamina también ayuda a combatir los efectos que causan los radicales libres en la piel y contrarresta el envejecimiento prematuro. Una buena cantidad de vitamina C, en combinación con vitamina E generan un buen escudo contra los daños causados por la exposición al sol. En este caso los suplementos como Redoxon®, ayudan a mantener niveles óptimos de vitamina C.

Consejos para todos

Los mitos y contradicciones sobre del consumo de agua abundan; sin embargo, existen algunos puntos en los que los estudiosos se han puesto de acuerdo y que vale la pena tomar en cuenta:

1. No esperes hasta que aparezcan síntomas de deshidratación para tomar medidas. Prevenla bebiendo el agua suficiente para tu organismo.
2. Algunos signos de deshidratación son: orinar poco, orina más oscura de lo normal, boca seca, somnolencia o fatiga, sed, dolor de cabeza, confusión, mareos o desvanecimientos.
3. Confiar en la sensación de sed no siempre garantiza un adecuado consumo de agua.
4. Los alimentos que incluyen ciertas frutas, verduras y sopas también pueden contribuir a cumplir con el requerimiento de agua del cuerpo.
5. Durante la temporada de calor es importante tomar medidas adicionales tanto para la hidratación como para la prevención de padecimientos como diarrea y gastroenteritis, que son más frecuentes entre los meses de marzo y septiembre.
6. Las personas con mayor riesgo de padecer dichas enfermedades son los niños menores de 5 años, los adultos mayores y personas enfermas o con sobrepeso.

Referencias

American Academy of Family Physicians. (14 julio 2017). Hidratación: porqué es tan importante. Familydoctor.org. Recuperado de https://es.familydoctor.org/hidratacion-porque-es-tan-importante/

GON. (20 Abr. 2017) Cómo hidratar la piel desde Dentro. World Health Design. Recuperado de https://worldhealthdesign.com/hidratacion-de-la-piel-por-dentro/

Kolasa, K., Lackey, C., & Grandjean, A. (2012). Hidratación y Promoción de la Salud. ILSI de México. Recuperado de http://ilsi.org/mexico/wp-content/uploads/sites/29/2016/09/Hidrataci%C3%B2n-y-Promoci%C3%B2n-de-la-Salud.pdf

Secretaría de Salud. (22 de julio de 2015). “La adecuada hidratación del cuerpo ayuda a una buena salud”. Recuperado de https://www.gob.mx/salud/articulos/la-adecuada-hidratacion-del-cuerpo-ayuda-a-una-buena-salud

Soteras, A. (15 de mayo de 2018). “Congreso de la Hidratación: Las recomendaciones sobre ingesta de agua no se cumplen”. EFE: Salud. Recuperado de https://www.efesalud.com/congreso-hidratacion-recomendaciones-agua/ Zuñiga, O. (25 febrero, 2014). Suplementos básicos para mantener tu piel hidratada y sana. Mejor con Saludud. Recuperado de https://mejorconsalud.com/suplementos-basicos-para-mantener-tu-piel-hidratada-y-sana/